Se acabo la era de Josep Guardiola al frente del Barcelona, y me pregunto: ¿también se habrán acabado los éxitos y el excelente nivel de juego que llevaron al equipo catalán a ser, para muchos, el mejor conjunto de la historia?. La inmerecida eliminación de la Champions League el martes pasado en manos del Chelsea llevo a “pep” a convencerse de que su inmejorable ciclo como Director Técnico del club de sus amores estaba cumplido. Ya había brillado como jugador “culé” durante 16 años y cuando llego al banco de suplentes para ser entrenador en la segunda mitad de 2008 también quería también dejar su huella. ¡Y vaya si lo hizo!. Su primer desafío no era estrictamente futbolístico. Los ánimos de los jugadores no era el mejor luego de la salida del holandés Rijkaard y él debía calmarlos para empezar a implementar su juego en la cancha. Evidentemente mucho no le costo: en su primer temporada consigue la triple corona (Liga de España, Champions y Copa del Rey) y el juego vistoso del Barcelona ya daba que hablar. Pero era solo el comienzo de unos años del ensueño para los blaugranas. Con el trabajado triunfo a fines de 2009 en el Mundial de Clubes en Abu Dabi ante Estudiantes de la Plata, el ex capitán de la selección Española conseguía algo histórico al alzarse con el trofeo en los seis torneos que disputo a lo largo de ese primer año al mando del plantel. La combinación títulos-buen juego era para el Barsa algo inmejorable. Los campeonatos, lógicamente, siguieron llegando a Cataluña para hoy completar el numero de 13 coronas en apenas 4 años de mandato, ¡IMPRESIONANTE!. Record en cantidad de puntos en la Liga, mayor efectividad de triunfos en una temporada, invicto de varios partidos en el Cap Nou, goleadas históricas y memorables victorias sobre su eterno rival Real Madrid son apenas algunos datos mas de esta era difícilmente igualable. Muchas veces escuche ningunear el trabajo de Guardiola diciendo que su equipo “jugaba solo”, que cualquiera podía salir campeón con un conjunto plaglado de estrellas como este, ¡que injusto por favor!. Recordemos que antes del desembarco de Pep en el banco ya jugaban los Xavi, los Iniesta, los Puyol, los Víctor Vales y también los Messi. Quizás el máximo merito de este GRAN técnico fue lograr la “explosión” de esta estrellas que, antes de su llegada, no habían sido tan determinantes como lo fueron en los últimos años. La posesión del balón, el juego de ataque, la solidaridad defensiva y la apuesta por los canteranos… Solamente algunos de los atributos que tuvo su Barcelona para llegar a ser uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Y no se sino me quedo corto. Una bisagra. Eso será el Barcelona de Guardiola para la historia del futbol mundial. Sin dudas habrá un antes y un después a partir de este equipo brillante. Messi y compañía quedaran al mando de alguien que intentara seguir la misma tónica que vio como actor de reparto y ahora implementara como protagonista principal. “Tito” Vilanova pasara de ser ayudante técnico a director de un equipo que buscara seguir siendo “el mejor de todos”, ahora sin la persona con la que se gano ese título.

Se acabo la era de Josep Guardiola al frente del Barcelona, y me pregunto: ¿también se habrán acabado los éxitos y el excelente nivel de juego que llevaron al equipo catalán a ser, para muchos, el mejor conjunto de la historia?. La inmerecida eliminación de la Champions League el martes pasado en manos del Chelsea llevo a “pep” a convencerse de que su inmejorable ciclo como Director Técnico del club de sus amores estaba cumplido. Ya había brillado como jugador “culé” durante 16 años y cuando llego al banco de suplentes para ser entrenador en la segunda mitad de 2008 también quería también dejar su huella. ¡Y vaya si lo hizo!. Su primer desafío no era estrictamente futbolístico. Los ánimos de los jugadores no era el mejor luego de la salida del holandés Rijkaard y él debía calmarlos para empezar a implementar su juego en la cancha. Evidentemente mucho no le costo: en su primer temporada consigue la triple corona (Liga de España, Champions y Copa del Rey) y el juego vistoso del Barcelona ya daba que hablar. Pero era solo el comienzo de unos años del ensueño para los blaugranas. Con el trabajado triunfo a fines de 2009 en el Mundial de Clubes en Abu Dabi ante Estudiantes de la Plata, el ex capitán de la selección Española conseguía algo histórico al alzarse con el trofeo en los seis torneos que disputo a lo largo de ese primer año al mando del plantel. La combinación títulos-buen juego era para el Barsa algo inmejorable. Los campeonatos, lógicamente, siguieron llegando a Cataluña para hoy completar el numero de 13 coronas en apenas 4 años de mandato, ¡IMPRESIONANTE!. Record en cantidad de puntos en la Liga, mayor efectividad de triunfos en una temporada, invicto de varios partidos en el Cap Nou, goleadas históricas y memorables victorias sobre su eterno rival Real Madrid son apenas algunos datos mas de esta era difícilmente igualable. Muchas veces escuche ningunear el trabajo de Guardiola diciendo que su equipo “jugaba solo”, que cualquiera podía salir campeón con un conjunto plaglado de estrellas como este, ¡que injusto por favor!. Recordemos que antes del desembarco de Pep en el banco ya jugaban los Xavi, los Iniesta, los Puyol, los Víctor Vales y también los Messi. Quizás el máximo merito de este GRAN técnico fue lograr la “explosión” de esta estrellas que, antes de su llegada, no habían sido tan determinantes como lo fueron en los últimos años. La posesión del balón, el juego de ataque, la solidaridad defensiva y la apuesta por los canteranos… Solamente algunos de los atributos que tuvo su Barcelona para llegar a ser uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Y no se sino me quedo corto. Una bisagra. Eso será el Barcelona de Guardiola para la historia del futbol mundial. Sin dudas habrá un antes y un después a partir de este equipo brillante. Messi y compañía quedaran al mando de alguien que intentara seguir la misma tónica que vio como actor de reparto y ahora implementara como protagonista principal. “Tito” Vilanova pasara de ser ayudante técnico a director de un equipo que buscara seguir siendo “el mejor de todos”, ahora sin la persona con la que se gano ese título.